Todos sabemos lo importante que es el sueño para nuestro cuerpo y específicamente para nuestra piel. Lo que tal vez no sepamos es lo que está pasando con nuestra piel mientras dormimos. Tu cara está trabajando para eliminar y reemplazar las células muertas y restaurar los nutrientes que necesita para mantenerse hidratada. Esta estructura de trabajo cíclico se denomina ciclo cutáneo diario.

Este proceso se inicia desde el momento en que nos acostamos en la noche hasta que nos levantamos por la mañana. Investigaciones científicas descubrieron que el ciclo cutáneo diario se divide en tres fases principales. Se conocen como descamación, reconstrucción y recuperación. Estas etapas ocurren por separado, pero están íntimamente relacionadas.

Descamación o Exfoliación

Durante esta fase, las células muertas se separan de la epidermis superior. Esto se logra debido a una mezcla de aceites naturales producidos por las glándulas sebáceas y los sistemas de lípidos y ácido hialurónico. Estas sustancias tienen la función de eliminar las células muertas de la superficie de la piel para prepararla para la siguiente fase. Durante la descamación, las células cutáneas se aplastan y se descomponen, formando las llamadas escamas. Estas son las impurezas que todos vemos y nos preocupamos, especialmente cuando están en nuestras mejillas y nariz. El proceso de descamación asegura que nuestros tejidos se renueven y se mantengan saludables.

Reconstrucción

La reconstrucción es la etapa en la que tu piel recibe los nutrientes necesarios. Las células se regeneran y se renuevan con los minerales proporcionados por la sangre. Esta parte del ciclo puede considerarse la fase de crecimiento, ya que la piel está absorbiendo los elementos esenciales para una renovación saludable. Esto ayuda a fortalecer el tejido y a mantener la hidratación incluso después de horas de sueño.

Recuperación

Durante la etapa de recuperación, tu piel descansa de la descamación y la reconstrucción. Los niveles de pH se normalizan y los aceites naturales de tu piel mantienen la humedad. Esta fase es la más importante del proceso, ya que ayuda a sellar la piel para mantener los nutrientes contenidos en la capa superior de la epidermis. Esta fase también ayuda a aumentar la producción de fibroblastos, células esenciales para la producción de colágeno. Esto significa que, mientras duermes, tu piel está trabajando duro para combatir los signos del envejecimiento.

Como puedes ver, la piel no solo se beneficia de un buen descanso, sino que también se está renovando y alimentando durante la noche. Esto es especialmente cierto si has usado una buena rutina de cuidado de la piel antes de acostarte. Al hacer esto, estás proporcionando los nutrientes adecuados para que tu piel los absorba.

Consejos para ayudar a la piel durante el sueño

Para aprovechar al máximo el ciclo cutáneo diario, hay algunos consejos que pueden ayudar a tu piel durante el sueño. Comenzando con una limpieza adecuada. Puede utilizar un limpiador suave, para ayudar a eliminar la suciedad, el maquillaje y las células muertas acumuladas durante el día. Retirar estos elementos permite que tu piel respire y lleve a cabo el ciclo cutáneo diario con mayor facilidad.

El uso de suplementos, aceites faciales, mascarillas, exfoliantes y humectantes también es recomendable para ayudar a tu piel durante el sueño. Asegúrate de escoger los ingredientes adecuados para tu piel. Por ejemplo, los aceites faciales mezclados con aceite de argán o aloe vera son excelentes para calmar la irritación y mantener tu piel hidratada. Igualmente, utilizar una buena mascarilla puede ayudar a alimentar y nutrir la piel mientras duermes.

Si este es el caso, debes también tomar en cuenta el estado de tu piel antes de acostarte.Procura que tu cara esté limpia para que pueda respirar y absorber los nutrientes.Es importante también el uso de un sérum para la piel que contenga antioxidantes. Estos componentes te ayudarán a retener la hidratación y la elasticidad de la piel. Finalmente, una buena crema hidratante antes de acostarte te permitirá mantener tu cara nutrida e hidratada.

Mantener un horario de descanso adecuado

Dormir lo suficiente es esencial para la salud de nuestros órganos, incluyendo los que conforman nuestra piel. La falta de sueño puede causar enfermedades inflamatorias, alergias, problemas en la membrana mucosa y, obviamente, pérdida de elasticidad en la piel. Una buena forma de mantener la vitalidad de nuestros tejidos cutáneos es evitar el estrés, la luz vía y los alimentos procesados.

Es recomendable tener un horario constante de sueño de 7-8 horas, ya que esto contribuirá al rendimiento de los ciclos cutáneos. EstUDIos afirman que cuando la piel se ve expuesta a la luz azul emitida por los dispositivos, nuestro reloj biológico se desconecta del ciclo de vigilia y descanso que nuestro organismo necesita para poder reconstruirse y considerase saludable.

En conclusión, el ciclo de la piel a través del día y la noche juega un papel importante en la salud de nuestra piel. Entender cómo funciona el proceso y cómo mantener un equilibrio con respecto al descanso y la alimentación es imprescindible para mantener la vitalidad de una piel sana. Y no hay mejor momento para comenzar que ahora.